Un hombre que acababa de quedarse viudo
estaba guardando en cajas las cosas de su difunta esposa.
Y entre ellas encontró un frasco de un caro
perfume que él le había regalado
en su aniversario hacía dos años.
El frasco estaba intacto, sin usar.
El recordó que varias veces le había
preguntado a su esposa por qué
no usaba el perfume y ella le había
respondido que era tan caro y tan bueno que
esperaba una ocasión realmente especial para estrenarlo.
Por desgracia tal ocasión nunca llegó
y ella nunca pudo disfrutar aquél perfume.
Muchas personas se pasan la vida esperando
esa gran ocasión para demostrar quiénes son,
esperan la gran oportunidad para hacer
o para ser o para decir algo grande,…
y normalmente la vida se pasa sin hacer,
sin ser, o sin decir nada, porque ignoran que
la gran oportunidad se presenta cada día.
No desaprovechemos la ocasión de cada
día para ser quienes somos y
hacer grandes o pequeñas cosas.
Cada día sin dar un pequeño
paso adelante es un paso hacia atrás,
y así se recorre el camino.
Muy pocas veces tendremos
esa gran oportunidad para
hacer grandes cosas
. Pero cada día tenemos miles de pequeñas
oportunidades para mejorar.