Ese viejo puente...
En las tardes doradas de otoño cuando el día se va diluyendo, y los árboles visten colores de gala con hojas de oro que se caen al suelo, con el viento fresco que nos acaricia se produce el romántico encuentro, por el puente que va de tu casa a la mía ese puente, de madera y viejo.
En las tardes doradas de otoño los árboles visten sus pardos colores, y una alfombra de hojas caídas de color rojizo alfombran el suelo, y sigo la senda que lleva a tu encuentro y aparece mi amado que llega colmado de amores para darme un beso por el puente de madera viejo.
En las tardes doradas de otoño nos miramos los dos a los ojos, cariñosamente, ávidos de anhelo enlazamos las trémulas manos rebosantes de apacibles sueños, tus dedos ansiosos enredan mi pelo siento escalofríos en todo mi cuerpo y yo me estremezco con dulce embeleso.
Ese viejo puente que es mudo testigo de nuestros encuentros cuando cae la tarde, y las aguas diáfanas pasan murmurando lo que por ti siento, lo que yo te quiero, y las aves de bellos y estruendosos trinos adornan con premura el rojizo cielo, ese viejo puente que ve nuestros besos, solo él es testigo de nuestros encuentros.
Chelo Álvarez
|