La nube ignora
por qué se desplaza
en una determinada dirección, y a una
velocidad específica.
Siente un impulso...ese es
el rumbo del momento.
Pero el cielo conoce
las razones y las configuraciones
que hay detrás de todas las nubes,
y tu también las conocerás
cuando te eleves a la altura indispensable
para ver más allá de
los horizontes.