Fortaleza: Las mujeres tienen fuerzas que asombran a los hombres. Ellas cargan niños, penas y cosas pesadas; sin embargo, tienen espacio para la felicidad, el amor y la alegría.
Sensibilidad: Ellas sonríen cuando quieren gritar, cantan cuando quieren llorar, lloran cuando están contentas y ríen cuando están nerviosas.
Preocupación: Las mujeres esperan una llamada por teléfono avisando que llegó a casa sano y salvo un amigo o pariente que salió en tiempos de tempestad.
Caridad: Las mujeres tienen cualidades muy especiales. Se ofrecen para las causas nobles. Ellas son voluntarias en hospitales y llevan comida a los necesitados.
Dedicación: Ellas trabajan como niñeras, ejecutivas, abogadas, amas de casa, y solucionan disputas entre niños y también entre sus vecinos. Luchan por lo que ellas creen y se enfrentan ante la injusticia.
Visión: Las mujeres hablan y recorren largos caminos para conseguir la mejor escuela para sus niños y la mejor atención para la salud de su familias.
Incondicional: Ellas pegan una nota de amor en la billetera de sus maridos. Logran que sus niños puedan tener zapatos nuevos. Acompañan a algún amigo preocupado al doctor. Ellas aman incondicionalmente.
Sabiduría: Las mujeres son honradas, fieles y saben perdonar. Son inteligentes y conocen su poder; sin embargo, saben usar su lado más dócil cuando quieren conseguir algo.
Ternura: Las mujeres quieren lo mejor para sus familias, sus amigos y por último para ellas mismas. Lloran cuando sus niños sobresalen y se alegran cuando sus amigos obtienen premios.
Comprensión: Las mujeres se alegran y lloran cuando se enteran de un nuevo nacimiento o de un nuevo matrimonio. Sus corazones se rompen cuando fallece algún amigo. Sufren ante la pérdida de un familiar pero aún así sacan fuerzas cuando el resto ya no las tiene.
Magia: El toque de una mujer puede curar alguna dolencia. Saben que un abrazo y un beso pueden sanar un corazón roto. Solo una mujer puede lograr que una tarde sea romántica e inolvidable.
Cariño: Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas. Ellas manejan, vuelan, caminan, corren o simplemente usan el e-mail para demostrarle cuanto se preocupan por usted. El corazón de una mujer es lo que hace girar al mundo.
Compartir: Las mujeres hacen mucho más que solo dar una vida. Ellas traen alegría y esperanza. Comparten ideales y reparten compasión. Todo lo que ellas quieren es un abrazo, una sonrisa para que usted pueda hacer lo mismo con otras personas.
Amor: Las mujeres tienen mucho que decir y mucho que dar. La belleza de una mujer no está en la ropa que lleve, la figura que tenga o la manera en que se peine. La belleza de una mujer debe verse en sus ojos, porque esa es la puerta a su corazón, o sea, el lugar donde el Amor reside.
Belleza: La belleza de una mujer no está en un lunar facial, la verdadera belleza de una mujer se refleja en su alma. Es el cuidado que ella amorosamente da, la pasión que demuestra. La belleza de una mujer con el pasar de los años crece...
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 marzo 2005 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje que Juan Pablo II ha dirigido para esta Pascua de este año, leído en su nombre por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, al final de la misa del domingo de Resurrección, celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano.
* * *
1. Mane nobiscum, Domine! ¡Quédate con nosotros, Señor! (cf. Lc 24,29). Con estas palabras, los discípulos de Emaús invitaron al misterioso Viandante a quedarse con ellos al caer de la tarde aquel primer día después del sábado en el que había ocurrido lo increíble. Según la promesa, Cristo había resucitado; pero ellos aún no lo sabían. Sin embargo las palabras del Viandante durante el camino habían hecho poco a poco enardecer su corazón. Por eso lo invitaron: «Quédate con nosotros». Después, sentados en torno a la mesa para la cena, lo reconocieron “al partir el pan”. Y, de repente, él desapareció. Ante ellos quedó el pan partido, y en su corazón la dulzura de sus palabras.
2. Queridos hermanos y hermanas, la Palabra y el Pan de la Eucaristía, misterio y don de la Pascua, permanecen en los siglos como memoria perenne de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. También nosotros hoy, Pascua de Resurrección, con todos los cristianos del mundo repetimos: Jesús, crucificado y resucitado, ¡quédate con nosotros! Quédate con nosotros, amigo fiel y apoyo seguro de la humanidad en camino por las sendas del tiempo. Tú, Palabra viviente del Padre, infundes confianza y esperanza a cuantos buscan el sentido verdadero de su existencia. Tú, Pan de vida eterna, alimentas al hombre hambriento de verdad, de libertad, de justicia y de paz.
3. Quédate con nosotros, Palabra viviente del Padre, y enséñanos palabras y gestos de paz: paz para la tierra consagrada por tu sangre y empapada con la sangre de tantas víctimas inocentes; paz para los Países de Oriente Medio y África, donde también se sigue derramando mucha sangre; paz para toda la humanidad, sobre la cual se cierne siempre el peligro de guerras fratricidas. Quédate con nosotros, Pan de vida eterna, partido y distribuido a los comensales: danos también a nosotros la fuerza de una solidaridad generosa con las multitudes que, aun hoy, sufren y mueren de miseria y de hambre, diezmadas por epidemias mortíferas o arruinadas por enormes catástrofes naturales. Por la fuerza de tu Resurrección, que ellas participen igualmente de una vida nueva.
4. También nosotros, hombres y mujeres del tercer milenio, tenemos necesidad de Ti, Señor resucitado. Quédate con nosotros ahora y hasta al fin de los tiempos. Haz que el progreso material de los pueblos nunca oscurezca los valores espirituales que son el alma de su civilización. Ayúdanos, te rogamos, en nuestro camino. Nosotros creemos en Ti, en Ti esperamos, porque sólo Tú tienes palabras de vida eterna (cf. Jn 6,68). Mane nobiscum, Domine! ¡Alleluia!
Con Cariño Te Dejo Este Regalito haber si te Gusta --> Roxana
FELIZ DÌA A TODAS LAS MADRES QUE ESTÀN y NO PORQUE SEA DONDE SEA ESTÀN !!
Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en madre.
La naturaleza la ha dotado a mansalva del "instinto maternal" con la finalidad de preservar la especie.
Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura. Pero gracias al instinto maternal la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.
Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada.
Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, tomen leche, no fumen.
Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada...
Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar.
Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.
Es llorar cuando ve a los niños contentos, y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.
Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno.
Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan.
Es decir, que "son cosas de la edad" cuando la mandan al cara.......
Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año: "el día de la Madre".
El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho.
Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano.
Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.
Autor: Isabel Allende
PARA TODAS USTEDES, LAS QUE TIENEN HIJOS AQUI, Y LAS QUE NO, PERO ELLOS ESTAN PRESENTES CON USTEDES CADA DÌA DE DIOS!!