La edad madura no solo trae arrugas, también trae experiencia por eso para uno, es más fácil hacer amigos verdaderos, sinceros y genuinos.
Para un adulto que se relaciona, cuentan mucho los gestos, las palabras, los silencios.
Para nosotros, por ejemplo, las lágrimas significan dolor, frustración, impotencia, etc., y nada más. Jamás serán cadenas que sujeten nuestra amistad.
Las confidencias, las agradecemos como signo de confianza pero no permitimos que nos conviertan en cómplices.
La amistad, mis queridos amigos, es una comunión de almas y espíritus, en la que se comparten confidencias, puntos de vista, autobiografías, y sentires, por el puro placer de compartir.
La amistad tiene otra perspectiva para nosotros, amamos lo que hacemos y es muy raro que nos engañemos, por esa razón somos mas selectivos a la hora de hacer amigos. Y no porque queramos, sino que, por la misma experiencia, encontramos a nuestros iguales, somos transparentes para los que son como nosotros.
Por eso el ciberespacio no nos limita, ya que sin querer damos con ellos. La amistad es el primer paso de la convivencia, hacemos amigos desde nuestra niñez, y con el transcurso de los años, estos han compartido una parte de nuestra vida, y así junto con los nuevos años, viene nuevos amigos.
La amistad es el mejor remedio para la soledad, para la incomprensión, cuando éstas aparecen en nuestra vida, por alguna razón.
Ya para finalizar, déjenme concluir con esta verdad, cuando se tienen amigos, jamás llegaremos a morir solos, porque muchos nos despedirán, y otros tantos nos estarán esperando.