Todo el árbol y todo dentro del árbol desde la raíz hasta la copa, va dirigido hacia el fruto que ofrece...
Así también debe ser con las personas. Todo en ellas, todo su ser, debe ser dirigido hacia los frutos. Y el fruto es el AMOR.
En la vida no se trata de tener éxito, sino de dar FRUTOS. Éxito, de eso disfrutas tú mismo. ¡Frutos! Esos lo comen los demás.
El que tiene semillas debe sembrar. El que las guarde cuidadosamente en la mano cerrada. El que tenga miedo a perderlas. No conocerá nunca la alegría de la cosecha.
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