Superar los desafíos requiere el compromiso de no rendirse nunca. El éxito viene cuando vemos lo que queremos cambiar o conseguir, y decidimos que hasta que no crucemos esa línea de llegada no podemos mirar atrás.
Aquellos que meramente lo intentan, a menudo no quieren realmente hacer que suceda. Sólo quieren sentirse un poco mejor consigo mismos.
Hacer que suceda significa realizar una transformación en nuestra conciencia para ocuparnos realmente de algo o alguien más que de nuestra propia comodidad.
En definitiva, en cualquier desafío al que nos enfrentamos tenemos que elegir si vamos a ser alguien que lo intenta o alguien que hace que suceda.