Cuando llegué a los 25 años de casado, hice una introspección, miré fijamente a mi esposa y le comenté:
- Querida, 25 años atrás teníamos un Volkswagen, un apartamento cayéndose a pedazos, dormíamos en un sofá-cama y veíamos televisión en una TV blanco y negro de 14 pulgadas. Pero, todas las noches, yo dormía con una mujer de 25 años.
Y seguí…
- Ahora tenemos una mansión, dos Mercedes, una cama súper king size y una TV de plasma de 50 pulgadas, pero estoy durmiendo con una señora de 50 años. Me parece que tú eres lo único que no está evolucionando.
Mi esposa, que es una mujer muy sensata, me contestó, sin siquiera levantar los ojos de lo que estaba haciendo:
- "No hay problema mi amor. Sal de la casa y encuentra una mujer de 25 años de edad que se quiera quedar contigo. Cuando eso suceda, con el mayor placer yo haré que consigas vivir nuevamente en un apartamento cayéndose a pedazos, duermas en un sofá-cama y no manejes nada más que un Volkswagen".
¿Saben qué?... Quedé curado de inmediato de mi crisis de la mediana edad…!
¡Esas mujeres maduras son realmente extraordinarias!
PARA COMPLETAR...
- Querida, dime una cosa más:¿dónde quedó aquella mujer linda y sabrosa que estaba para comérsela, con la que yo me casé?
Mi mujer me respondió, nuevamente sin levantar los ojos de lo que estaba haciendo:
- Querido: Tú mismo te la comiste…! Mira bien el tamaño de tu barriga!!!