Cuando te sientas solo y cansado y creas que nadie te entiende, cuando creas que lo que más querías te ha abandonado, cuando el llanto llegue no sólo a tu ojos, sino también a tu corazon y a tu alma, clama a El, Jesús es su nombre, Dios hecho hombre, por mí y por tí. El está ahí escuchándote, listo a consolarte y decirte lo mucho que nos ama.