En ese instante lloré por él... mi mente regresaba al tiempo sin fin y cada vez me acordaba de algo más, te juro que nunca nos separaremos, eso fue lo que siempre nos dijimos, pero nuestras palabras se iban al viento, y yo abría las puertas de mi corazón para él cada ves más y más…
Me estuve muriendo por dentro, sentí que mi vida se caía poco a poco, al momento recibí una mano que me decía ¿qué pasa?... ¡Tu rumbo es para adelante!... y eso es lo que hago ahorita, por eso escribo estas líneas para ti... Lo único que me queda ahora en mi corazón, son las heridas que me dejaste al lanzarme esa flecha con tan duras y horribles palabras, que pueden existir en esta vida…
¡Adelante! como una persona súper especial me digo y eso es lo que yo hago ahora... solo fue un instante, pero ese instante quedará por siempre grabado en mi vida y en mi corazón...