Es idealista el que sabiendo lo difícil que puede ser el camino, no elegiría ningún otro; es el que duda constantemente de lo que la mayoría acepta, es el que tiene principios y nunca los contradice.
Es el que se ríe de sí mismo y nunca de sus semejantes; es el que se entrega a un ideal en cuerpo y alma, es el que siente verdaderamente que lo esencial es invisible a los ojos.
Es el que se revela ante la injusticia y la rutina, es el que construye y nunca destruye. Es el que al ver la realidad, no se conforma con ella y trata de cambiarla: para darle sentido a su existencia.
Autora: Verónica R. Marengo
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