Esta Navidad es una Navidad completamente nueva, una que nunca antes has vivido.
Te ofrece ilimitadas oportunidades para dar, amar y ser la más elevada expresión de la belleza y bondad espirituales.
Pretende, por un momento solamente, que nunca ha habido otra Navidad, y verás cómo cambia tu perspectiva.
¡Probablemente comprenderás que todo acerca de esta Navidad es nuevo! Eso es lo que debes intentar hacer este año.
"El huésped navideño"
Toma tiempo en este día de Navidad para apartarte un ratito y preparar con las manos de la oración la casa que es tu corazón.
Echa afuera los empolvados temores, quita las telarañas de tu preocupación hasta que en la casa que es tu corazón esté la Navidad dondequiera.
Ilumina toda ventana con amor, y deja que este amor brille, para que los que caminan afuera compartan esta luz bendita; entonces de gozo las habitaciones resplandecerán.
El hogar con paz se bendecirá, y Cristo mismo entrará para ser tu huésped navideño.
Al pensar en la casa que es tu corazón, te llenas de una sensación de gozo, cordialidad y paz. Por su puesto que el énfasis está en la realidad del reino interior del pensamiento y el sentimiento, ¡Y qué mejor manera de describirlo que como la casa que es tu corazón!
Uno de nuestros mayores gozos en la vida es honrar los momentos tranquilos en los cuales nos maravillamos al contemplar la presencia y el amor del Cristo morador.
El irnos a una habitación callada y cerrar la puerta para dejar fuera el mundo externo, unque sea por unos momentos cada día, trae tal sensación de paz y seguridad en el amor, que posiblemente no encontremos las palabras para explicarlo.
Jesús habló de esa experiencia cuando dijo:
"Cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público" (Mateo. 6:6)
¡Mira tu vida de nuevo! ¡Mira las Navidades de nuevo!
Deja que Cristo entre en tu corazón y sea tu especial huésped navideño para siempre.
Esta es una experiencia individual maravillosa que puedo asegurarte es de por vida.
Es una cita con la vida misma que revela la verdad sobre las navidades.
Toma tiempo para experimentar la Navidad.
Deja que el Cristo viviente sea tu huésped navideño.
Esta es una Navidad que nunca antes has experimentado...
Tiene sus propias profundidades y gozos.
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