Un Dios Generoso
Hace poco, entré al vestíbulo de un hotel que exhibía el mayor arreglo floral que he visto en toda mi vida. Rebosaba de colores; perfectamente dispuesto y con una fragancia asombrosa. Hizo que me detuviera y admirara su belleza un instante. Me llevó a reflexionar en que la abundancia tiene algo que atrae nuestro corazón. Piensa en la cautivante belleza de una fuente rebosante de frutas coloridas o en una mesada cubierta de tres o cuatro tartas listas para disfrutar después de una pródiga cena del Día de Acción de Gracias.
El gozo de la abundancia me recuerda la generosidad de Dios. Él hace que "nuestra copa rebose (Salmo 23:5); hace "todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos "(Efesios 3:20); su gracia basta para enfrentar cualquie rdificultad que se nos presente en la vida (2 Corintios 12:9); y Él mata el becerro gordo y pide que traigan el mejor vetido cuando vuelve el hijo pródigo (ver Lucas 15:20-24).
Con razón el salmista se regocija, exclamando: "¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hjos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa" (Sal 36:6-7) Nuestro Dios es bueno al extremo. Rebosemos de alabanzas por sus innumerables bendiciones.
Joseph M. Stowell
Señor, gracias por tu generosidad, por tu presencia y por el consuelo de las promesas de Tu Palabra.
Amados hermanos, no nos cansemos de alabar, de adorar y exaltar su santo nombre porque Dios es bueno y sus misericordias y su fidelidad es para siempre, Él todo lo que anhela es bendecirnos, suplir nuestras necesidad, guardarnos del mal, librarnos del lazo del
cazador y de la peste destructora, Él ama al hijo que le obedece y lo bendíce generosamente, confía en Él, Él no sabe fallar.
Ministerio Mujeres en Victoria
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas sus áreas.
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