SALMO DE AMOR
¡Dios te bendiga, amor, porque eres bella!
¡Dios te bendiga amor, porque eres mía!
¡Dios te bendiga, amor, cuando te miro!
¡Dios te bendiga, amor, cuando me miras!
¡Dios te bendiga si me guardas fe:
si no me guardas fe. Dios te bendiga!
¡Hoy que me haces vivir, bendita seas;
cuando me hagas morir, seas bendita!
¡Bendiga Dios tus pasos hacia el bien;
tus pasos hacia el mal, Dios te bendiga!
¡Bendiciones a ti cuando me acoges;
bendiciones a ti cuando me esquivas!
¡Bendígate la luz de la mañana
que al despertarte hiere tus pupilas;
bendígate la sombra de la noche,
que en su regazo te hallará dormida!
¡Abra los ojos para bendesirte,
antes de sucumbir, el que agoniza!
¡Si al herir te bendice el asesino,
que por su bendición Dios te bendiga!
¡Bendígate el humilde a quien socorras!
¡Bendígate al nombrarte, tus amigas!
¡Bendígate los siervos de tu casa!
¡Los complacidos deudos te bendigan!
¡Te dé la tierra bendición en flores.
Y el tiempo en copias de apacibles días,
y el mar se aquiete para bendécirte,
y el dolor se eche atrás y te bendiga!
¡Vuelve a tocar con el nevado lirio
Gabriel tu frente, y la declare ungida!
¡De el cielo a tu piedad don de milagro
y sanen los enfermos a tu vista!
¡Oh querida mujer!... ¡Hoy que me adoras,
todo de bendiciones es el día!
¡Yo te bendigo, y quiero que conmigo
Dios y el cielo y la tierra te bendigan.
Eduardo Marquina.
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