Al golpe de la ola
Al golpe de la ola contra la piedra indócil
La claridad estalla y establece su rosa
Y el círculo del mar se reduce a un racimo,
A una sola gota de sal azul que cae.
Oh radiante magnolia desatada en la espuma,
Magnética viajera cuya muerte florece
Y eternamente vuelve a ser y a no ser nada:
Sal rota, deslumbrante movimiento marino.
Juntos tú y yo, amor mío, sellamos el silencio,
Mientras destruye el mar sus constantes estatuas
Y derrumba sus torres de arrebato y blancura,
Porque en la trama de estos tejidos invisibles
Del agua desbocada, de la incesante arena,
Sostenemos la única y acosada ternura
PABLO NERUDA
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