Enséñame a ser humilde, leal y sincera,
a cultivar la nobleza, el perdón y la generosidad,
enseñar siempre sin esperar recompensa;
y no ponerle precio a los favores hechos,
ni a los recibidos…
Enséñame a comprender a quienes no piensan como yo,
a dar y darme siempre en pequeñas daciones de amor…
respetando y perdonando los errores por ignorancia,
y no juzgarme con severidad, ni juzgar a mi prójimo;
a honrar el trabajo honesto sobre todas las cosas.