LA IMAGEN

 

   Sería usted capaz de adivinar en cinco segundos quién de estas dos personas  es el noble soldado norteamericano y quién el sucio terrorista árabe? Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Si aún no ha sido capaz de deducirlo, se lo revelaremos con gusto. El noble soldado norteamericano es el hombre de la izquierda de la foto.  Permanece en estado de alerta, con el fúsil listo para disparar, porque el individuo maniatado y con una venda alrededor de los ojos podría revolverse en cualquier momento contra él. Estos árabes son listos y arteros como el hambre. Recuerden, por poner un ejemplo, cómo incitaron a los carceleros de la prisión de Abu Ghraid primero a que los violaran y después a que fotografiaran las violaciones. Aquellas imágenes y otras cuya descripción les ahorramos, dieron la vuelta al mundo poniendo en cuestión la honorabilidad de un ejército libre de toda sospecha. Recuerden también cómo instigaron sutilmente a Bush para que creara esa aberración jurídica denominada Guantánamo con el único objeto de denigrar a la democracia más antigua del mundo.

   El árabe de la foto es afgano, pero al final, créanme, todos son iguales. Por eso todas las fotos en las que sale un soldado USA y un árabe son también idénticas. De hecho, son ya un género, quizá un subgénero. No se pierdan el detalle de la botella de agua situada junto al prisionero. Seguro que de vez en cuando el noble soldado le quita la venda de los ojos, para que la vea, y se los vuelve a tapar, para que la sienta. En fin, que poco a poco vamos llevando la democracia a todas partes.

 Fotografía de Julie Jacobson

ELPAÍS SEMANAL

Cele -Celestino-