Se cuenta, la historia de un príncipe que vivía triste, a pesar de tener todo para ser feliz.

Su padre, el Rey, muy preocupado por ese hecho, ofreció públicamente como premio,

una fortuna a quien descubra una manera de hacer feliz al príncipe.

Al poco tiempo, se hizo presente un mago, quien mostró al príncipe una hoja de papel en blanco,

diciendo que allí estaba el secreto de la felicidad. Cuando el príncipe quiso leer lo que había en el papel

y lo llevó cerca del fuego, el calor hizo aparecer en la hoja en blanco el siguiente texto:

“Haga el bien a alguien, por lo menos una vez al día”.

En verdad, esa frase encierra el secreto de la felicidad y éxito. Así estemos viviendo rodeados de comodidades,

no podremos ser realmente felices si no contribuímos, para la felicidad de los demás.

En cualquier gestión que emprendamos, no lograremos alcanzar verdadero éxito, si no ofrecemos servicios

que traigan beneficios a las demás personas. Todo en este mundo está regido por la ley que dice: “Aquel que da, recibirá”.

Tener mucha bondad en nuestro corazón, no es suficiente para alcanzar la verdadera felicidad.

Se hace necesario dar esa bondad a los demás para poder ser realmente felices.

Sucede lo mismo con la alegría. Sólo al exteriorizar y compartir nuestra alegría con los demás

es que podremos sentir la verdadera felicidad.

En cierta ocasión, un filósofo preguntó a un grupo de estudiantes: “¿Qué es lo que más se desea en el mundo?”.

Las respuestas fueron muy variadas y controvertidas; y, la que mereció mayor consideración del filósofo

fue la que decía: “buenos sentimientos”. Realmente los buenos sentimientos son esenciales.

Si los mantenemos ocultos dentro de nosotros y no los manifestamos, no podremos hacer felices

a nuestros semejantes ni a nosotros mismos. Es necesario manifestar los buenos sentimientos a las otras personas;

sólo así podremos ser felices.

Si en este mundo, muchas personas viven en forma mezquina, sin lograr una vida verdaderamente fructífera,

es porque no está brindando suficiente amor y bondad a sus semejantes, ni está usando su capacidad y conocimiento

para el beneficio de la humanidad.

Debemos concientizar que nuestra vida puede alcanzar gran prosperidad con la simple condición

de dar más amor y bondad, y usemos toda nuestra capacidad y sabiduría para el bien de nuestros semejantes.

Que tengan un bello martes,..besitos a todos y todas.