Mi pecado...
Mi llanto no es un lloro solamente,
es gemido de mi alma penitente
que descarga en el ocaso escarlata
las cuitas que las olas del mar arrebataran.
Es un sollozo tallado en alabastro
con cincel de lágrimas dolientes,
que eternas caen en constantes gotas
esculpiendo en el alma su dolor...
Es esencia que purifica mi ser;
los íntimos latidos del corazón
que agoniza al recuerdo
de lo que creí amor.
Mi llanto se pasea bajo un palio púrpura
detrás de la Cruz del Nazareno,
para expurgar humilde su pecado...
¡...el pecado de haberte amado tanto!
(De: Ninfa Duarte)
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