Nadie duda que los antibióticos han revolucionado la Medicina, salvan infinidad de vidas y son imprescindibles en muchos casos.
Pero hay trastornos que pueden prevenirse o solucionarse con la ayuda de remedios no sintéticos. Es el caso del acné, las infecciones urinarias, la gastritis y la gastroenteritis.
No se trata de abandonar los antibióticos de farmacia, sino de usarlos bien y reservarlos para los trastornos cuya evolución pueda poner en peligro tu vida o tu salud de forma permanente. Tampoco hay que dejar de acudir al médico, al que siempre hay que consultar ante cualquier desarreglo de la salud.
Conviene reservar un lugar en el botiquín para aquellos remedios que ofrece la Naturaleza y que gracias a sus cualidades astringentes, antimicriobianas o antiinflamatorias, pueden ayudar a aliviar algunos de los principales males femeninos:
Acné: soluciones para una piel limpia
Limpia tu piel 2 veces al día con un jabón suave que contenga caléndula o lavanda. Para curar las manchas, aplícales un poco de aceite de “árbol del té”, 2 veces al día, y durante la noche, un emplasto a base de arcilla verde o bentonita, elaborado con una cucharada de arcilla y el agua suficiente para hacer una pasta de consistencia similar a la dental, junto con 3 gotas de aceite de árbol de té. Para limpiar tus poros, date 2 veces a la semana un baño de vapor herbal: echa 2 cucharadas soperas de tomillo y 2 de lavanda en un cuenco con 1 litro de agua hirviendo, cubre tu cabeza y el cuenco con una toalla grande, y vaporiza tu cara durante 10 minutos, con cuidado de no quemarte.
Cistitis: ayudas para la irritación urinaria
Ante el primer indicio de infección urinaria bebe abundante líquido, al menos medio litro cada hora, para ayudar a que las bacterias salgan de la vejiga. Los arándanos contienen sustancias que ayudan a evitar que la E.coli se adhiera a las paredes urinarias y renales: tómalos en zumo o en cápsulas. Para aliviar el dolor, coloca una botella de agua caliente o una compresa caliente sobre tu abdomen. Tomar un baño caliente con 20 gotas de aceite esencial de sándalo, te ayudará a acelerar la curación, además de reducir las molestias dolorosas, debido al calor del agua.
Gastritis y gastroenteritis, a raya
Para que tu sistema digestivo descanse y se recupere, efectúa un día de ayuno. Bebe abundante agua, al menos 8 vasos al día, para prevenir la deshidratación y lavar tu tracto digestivo. Evita las comidas que irriten tu estómago, como la leche, que aumenta la secreción ácida, o los cítricos que son ácidos. Calma tu estómago con un té de Camomila, 3 ó 4 veces al día, entre las comidas. Prepara un cocimiento de Ulmaria, que reduce la acidez estomacal, Jengibre , que alivia las náuseas, y Malvavisco, que calma la inflamación, hirviendo 1 cucharada de las dos últimas hierbas en 3 tazas de agua durante 10 minutos, y agregando otra cucharada de la primera planta. Después de retirar el líquido del fuego, dejando en remojo otros 10 minutos. Bebe la infusión 3 veces al día. Come un diente de ajo 3 veces al día: esta planta combate con energía los microorganismos infecciosos.