¡¡Escucha tu corazón!!
muévete de acuerdo con tu corazón,
sea lo que sea que esté en juego:
Una condición de simplicidad absoluta
que cuesta nada menos que “todo”...
Ser sencillo es arduo,
porque ser sencillo cuesta todo lo que tienes.
Tienes que perderlo todo para ser sencillo.
Por eso la gente ha elegido ser compleja
y ha olvidado cómo ser sencilla.
Sin embargo,
sólo un corazón sencillo
vibra con Dios mano a mano.
Sólo un corazón sencillo
canta con el creador con profunda armonía.
Para llegar a este punto
tendrás que encontrar tu corazón,
tu propia vibración,
tu propio latido.
La experiencia de reposar en el corazón
mientras meditas,
no es algo que se pueda buscar o forzar.
Viene con naturalidad,
a medida que crecemos más y más
en armonía con los ritmos
de nuestros propios silencios interiores.
Permítete ser más suave y más receptivo ahora,
porque un gozo inexpresable te está esperando,
precisamente a la vuelta de la esquina.
Nadie más puede indicártelo
y cuando lo encuentres
no serás capaz de hallar las palabras
para expresarlo a los demás,
pero está ahí,
en lo profundo de tu corazón,
maduro y listo para ser descubierto.
... es solamente a partir de nuestra
armonía interior que lograremos
expandirla a todo nuestro entorno...
D/A