SI TÚ ME DICES VEN
Si tú me dices ven, lo dejo todo... No volveré siquiera la mirada para mirar ... Pero dímelo fuerte, de tal modo que tu voz como toque de llamada, vibre hasta el más íntimo recodo del ser, levante el alma de su lodo y hiera el corazón como una espada. Si tú me dices ven, todo lo dejo... Llegaré a tu santuario casi viejo, y al fulgor de la luz crepuscular, más he de compensarte mi retardo, difundiéndome ¡Oh Cristo! como un nardo de perfume sutil, ante tu altar.
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