Las abejas son manipuladas para obtener muchos productos destinados al uso humano; miel, cera, propóleo, polen, jalea real y veneno. Son insectos inteligentes que han sido descritas como poseedoras de unos complejos sistemas de comunicación superados sólo por los de los seres humanos.
Debido a que se ve volar libremente a las abejas, también se les suele considerar libres de las crueldades habituales de la industria ganadera animal. Sin embargo, las abejas son tratadas exactamente igual que cualquier otro animal de granja. Son sometidas a exámenes rutinarios y manipulación, regímenes alimenticios artificiales, tratamiento con medicamentos y pesticidas, manipulación genética, inseminación artificial, transporte (por aire, tren y carretera) y sacrificio
Ellas se alimentan del néctar de las flores, sustancia dulce compuesta de 75% de agua y numerosos elementos minerales, que extraen las incasbles trabajadoras para luego depositarlo en los panales de la colmena. Pero los cambios quìmicos comienzan a producirse mucho antes de que la abejita llegue al panal, ya que las enzimas de la saliva y los jugos gástricos del bichito comienzan a modificarla.
Una vez que llega al panal, la abeja regurgita este lìquido dulce y lo deposita en las celdas de cera del panal.
Para concentrar el caldo aún más, las abejas trabajadoras la ingieren y la regurgitan otra vez, mientras que baten ls alas para ventirlar la atmósfera en la colmena.
Tras unoS 20 minutos, completado el proceso, sellan la celda con cera.
La calidad del sabor de la miel, así como su contenido mineral y vitamínico, dependen del tipo de flor del que proviene el néctar. La miel tiene tiene alrededor de 64 calorías por cucharada.
En el sur de Francia, es famosa la miel de lavanda, y en tierras altas escocesas, la de Breso.
Las laboriosas abejitas además de de hacer el rico nèctar, nos dan otras bondades; jalea real y el propolio, que contienen cualidades curativas y regenerativas como antibiótico natural, y le proporcionan a la miel cualidades antibacteriales y antifugicidadas.
Como media, una colonia se compone de entre 42.000 y 60.000 abejas y puede sobrevivir hasta 20 años. Sin embargo, la longevidad de una abeja es muy corta. En la colmena existen tres tipos de abeja: la obrera, el zángano y la reina. La obrera realiza la mayoría de los trabajos necesarios para la supervivencia de la colonia como son la limpieza, alimentación de las larvas, manipulación de la cera, procesado de la miel y recolección o defensa de la colonia. Las abejas recolectoras comunican a otras la situación de los alimentos a través de su famosa "danza" o agitación que incluye una intricada serie de círculos y movimientos. Al cabo de sus primeros 20 días de vida actúa como recolectora, o abeja voladora, recogiendo néctar y polen. La vida de obrera dura entre 30 y 35 días. Por lo que se conoce la única función del zángano es aparearse con la abeja reina, tras lo cual muere. En condiciones salvajes la reina vive unos 5 años. Tiene dos funciones principales en su vida; aparearse y poner huevos. Constituye una parte muy importante de la colonia porque transmite sus características y controla su tamaño por el número de huevos que produce.