Los cuatro elementos
Si tú fueras agua, yo quisiera ser la copa de plata que te abrazaría; o en tus humedades me sumergiría, íntima, adaptable, profunda mujer.
Si tú fueras tierra, yo sería el pie descalzo y ligero que no te oprimiera; y en tu surco haría ardiente sementera que me diera un día lo que en ti sembré.
Si tú fueras aire, yo seré la rama bajo tu caricia temblando en mis hojas, y si en recio soplo de ellas me despojas, verás que mi abrazo desnudo te llama.
Y si fueras fuego, yo he de ser el leño que tus lenguas lamen, que tu ardor calcina, y si mi ceniza el viento arremolina en él dormiré el definitivo sueño.
Francisco Alvarez Hidalgo
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