4. El Poder de nuestros Pensamientos
La energía se deriva del pensamiento. Con ellos tenemos el poder de atraer experiencias que serán de la misma calidad del nuestros pensamientos.
Cuando nos habituamos a tener pensamientos positivos estamos abriéndole la puerta a esos "pequeños y grandes milagros" que ocurren en nuestra vida, recordemos que los Guías nunca harán nada que vaya en contra de lo que somos, es decir, ellos nos ofrecerán caminos que vayan acorde con nuestra forma de pensar, nuestro código moral, nuestras creencias, esperanzas, imaginación... nuestra esencia. Tomando en cuenta estos valores, nuestros Guías, solamente nos podrán dar sentimientos, experiencias, oportunidades y dones que nuestro estado mental permita. Cuando nosotros pensamos de manera positiva, les estamos indicando abiertamente el tipo de experiencias que queremos vivir y por lo tanto su ayuda parecerá más rápida y eficiente.
Afirmaciones
Abro mi mente a la Luz de los Guías.
Me comunico fácilmente con las fuerzas angélicas.
Mi vida está llena de Guías.
Mis Guías me colman de inspiración.
5. La Práctica del Amor
La esencia de un Guía es el amor. Al final no importa como seamos, ni los defectos que tengamos, ni la calidad de nuestros pensamientos, nuestros Guías nos aman y nos aceptan como somos, ellos nos acompañarán siempre en nuestro viaje de aprendizaje por la vida. Nuestros Guías son incondicionales y solo actúan por amor.
Cuando nosotros aprendemos a conducirnos con esa misma esencia, El Amor, estamos agilizando nuestro campo vibratorio, nuestra vibración se asemejará más a la de un Guía. Cuando nos amamos a nosotros mismos, cuando nos aceptamos y perdonamos estamos mejorando nuestra calidad de energía y vibración, cuando amamos a nuestros semejantes, cuando amamos lo que hacemos... cuando tenemos la capacidad de ver el amor en todo y todos estamos elevando nuestra vibración. Sucederá lo mismo si aprendemos a no detener nuestra atención en los acontecimientos, pensamientos y sentimientos negativos y los dirigimos a todo lo que nos produce sensaciones positivas.
La materia que compone el cuerpo humano es un tipo de energía densa que está conectado con un campo sutil que es más elevada y refinada que la materia misma. Cuanto más alto y rápido vibramos, nuestra vibración se acerca más a la vibración de los Guías. Estaremos más dispuestos a la manifestación de los Guías.
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