LA TRES PUERTAS
Un joven discípulo dijo a un sabio filósofo: - Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti. Espera, le interrumpió el filosofo. - ¿Ya hiciste pasar lo que vas a contarme por las tres puertas? El joven preguntó: - ¿Tres puestas?, ¿Cuáles tres puertas? - Sí, las tres puertas: La primera es la verdad ¿Estás seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme? El discípulo respondió: - No, lo oí comentar a unos vecinos. - Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda puerta, la bondad. Lo que quieres decirme ¿Es bueno para alguien?. El joven contestó: - No, al contrario. - Y la última puerta es la necesidad ¿Es necesario que yo sepa lo que quieres contarme?. El discípulo aseveró: - No, no es estrictamente necesario. - Entonces dijo el sabio sonriendo: "Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, mejor será olvidarlo para siempre".
Autor Desconocido
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