y los húmedos labios anhelantes, imbuida de amor desvanecida.
Cuando yo soy el amor, el que te habla, si las palabras son las mismas...dime, cómo te suenan de otros las palabras? Tú juras que me has dado tu corazón, tu cuerpo y tu cariño, pero nunca sabré si tras tus ojos se esconde un pensamiento que no es mío.
Y qué importa tu cariño entonces? Qué vale la escultura de tu cuerpo si son los pensamientos de tu alma como villanos que arrebatara el viento?
PEDRO MATTA
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