Donde nace la enfermedad
Muchas personas, ante determinado obstáculo o momento crucial en sus vidas, se refugian en la última opción que es la enfermedad.
Parece extraño que fuera así, pero un poco de reflexión sobre el asunto nos ilustra sobre la manera en que uno llega a ese estado.
Algunas personas, que son mas de las que uno cree, optan por enfermarse como una forma de escudarse tras una justificación que se supone, no puede ser pasada por alto por parte de quienes la deberían atender, o creen que deberían atender sus reclamos. A veces se trata de reclamos hechos a su pareja, a su familia, a su jefe, etc. Es una especie de mecanismo de defensa inconciente que se usa como un recurso del que no se puede dar cuenta del todo. Es una forma de respuesta ante un reclamo anterior en el que encontró una negativa a sus deseos o a sus aspiraciones.
Es común escuchar a algunas personas decir que cuando no quieren algo se inventan un dolor. Puede ser un "dolor de cabeza", "de estómago", "de articulaciones", etcétera. A veces, algunas personas encuentran un dolor más allá de lo físico y que responde a inquietudes o dolores provenientes de insatisfacciones emocionales, plasman en dolores físicos lo que es un problema psicológico, entonces, el cuerpo ya no es simplemente el organismo, sino que es una estructura que tiene la imagen de quien crea su propio cuerpo y que responde a sus propias creencias sobre sí mismo. Esos síntomas que se manifiestan desde el misterio del pensamiento encuentran una via de salida a través de dolores y problemas que se encarnan entonces en alguna parte del cuerpo.
Muchas veces también, los dolores fingidos terminan convirtiéndose en enfermedades reales, pues el malestar de lo percibido a nivel inconciente se torna visible directamente sobre el cuerpo sin que se haya tomado conciencia realmente del paso de lo emocional hacia lo físico.
El desafío de vivir la vida entre relaciones humanas no siempre es satisfacción para quien transita por determinadas relaciones, y a partir de una negación que crea un displacer, cae en el físico de diversas formas que denotan una enfermedad o disfunción. Algo no anda bien. Pero es importante reconocer que llegar a una enfermedad también puede ser una elección de la persona humana, aunque no en todos los casos.
Desatar el nudo que entorpece el normal desenvolvimiento físico no es una tarea que deba comenzarse sólo en lo visible del cuerpo, también se debe comenzar a desenvolver el nudo en lo psíquico para que las emociones encuentren una vía por donde fluyan hacia el mar de la calma, y para esto uno debe trabajar con la materialidad de la mente, es decir la palabra, y la palabra unida a otras palabras, conforman un mensaje, y el mensaje es, después de todo la parte esencial de cualquier mensajero. Recuerda entonces que tu cuerpo es el mensajero de tu alma. Cuidalo.
Miguel Angel Arcel
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