AMOR DE TARDE...
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros
para aflojar la espalda y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el rejoj y son las cinco
y soy una manija que calcula interés
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa y decirme ¿Qué tal?
Y quedaríamos yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
(M.Benedetti)