Quiero decirte que te quiero, te mando un sms y lo hago. Ahora me apetece escribirte, lo hago porque me nace, porque gracias a vivir tu sensación, ya me acompañas cuando te escribo aunque no estés visiblemente cerca de mí. Quizás estas y otras formas de misiva, se convierten en cartas sin respuesta. Quizás es así porque en realidad espero algo de tí y por querer algo así, no estoy cerca de lo que me das. No me doy cuenta que quizás sí me entiendes. Sólo que ves lo que yo no atisbo a reconocer. Las pequeñas cosas son así porque esperamos otras. Las hago pequeñas entonces... Cuando no te miro, porque no te veo, porque no estás cerca pero te siento, eres una pequeña cosa en mí. Cuando no me dices nada, no por ello has dejado de vivir. Estás con alguien, estás durmiendo, estás hablando, paseando; pero estás cerca de tí... ¿puedo pedir algo más? A veces pienso que lo que menos se ve, es lo que siempre está. Ello forma parte de muchas y diminutas pequeñas cosas que no vemos, porque pasamos los ojos, las manos y los pies buscando; hay sólo que observar, sin pensar, viendo la cercanía como un buho, no la lejanía como un faro. No pedir sea quizás lo mejor para ver lo pequeño. Vivir el dar siempre tiene respuesta, aunque no sea la esperada, porque dar es verse a uno mismo, conocerse, sentirse uno con la cercanía, la cercanía del buho, el espacio donde pregunta y respuesta se convierten en atención que nace y crece acompasada al tiempo...
No me doy cuenta que quizás sí me entiendes. Sólo que ves lo que yo no atisbo a reconocer. Las pequeñas cosas son así porque esperamos otras. Las hago pequeñas entonces... Cuando no te miro, porque no te veo, porque no estás cerca pero te siento, eres una pequeña cosa en mí.
veces pienso que lo que menos se ve, es lo que siempre está. Ello forma parte de muchas y diminutas pequeñas cosas que no vemos, porque pasamos los ojos, las manos y los pies buscando; hay sólo que observar, sin pensar, viendo la cercanía como un buho, no la lejanía como un faro. MUCHAS GRACIAS MI QUERIDA MARTHOLA POR TAN BELLA APORTACION, ME HARIAS EL FAVOR DE LLEVARLA A REFLEXIONES PARA QUE NO SE NOS PIERDA
No pedir sea quizás lo mejor para ver lo pequeño. Vivir el dar siempre tiene respuesta, aunque no sea la esperada, porque dar es verse a uno mismo, conocerse, sentirse uno con la cercanía, la cercanía del buho, el espacio donde pregunta y respuesta se convierten en atención que nace y crece acompasada al tiempo... Amiga que maravilloso mmensaje nos dejastes
"A veces pienso que lo que menos se ve, es lo que siempre está. Ello forma parte de muchas y diminutas pequeñas cosas que no vemos, porque pasamos los ojos, las manos y los pies buscando; hay sólo que observar, sin pensar, viendo la cercanía como un buho, no la lejanía como un faro".
Muy profundo y hermoso tu mensaje Marthola, gracias por traerlo a panel. Un abrazo.