El cubano pide una copita de ron.
La azafata le pregunta al testigo de Jehová si quiere beber algo.
Contesta el testigo de Jehová con mal tono:
"Prefiero ser raptado y violado salvajemente por una docena de prostitutas antes que una gota de alcohol toque mis labios".
El cubano le devuelve la copita a la azafata y le dice:
"Yo también, coño, no sabía que había más opciones”.