ESQUERRA E INCIATIVA HAN VOTADO EN BLOQUE A FAVOR DE LA PROHIBICIÓN, MIENTRAS QUE PP Y CIUTADANS EN CONTRA
El Parlament de Cataluña aprueba por 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones, la abolición de las corridas de toros en Cataluña a partir de 2012.
Hasta ayer la votación en el Parlament se posicionaba a favor de los abolicionistas, con 33 votos, entre ERC -21- y ICV -12-; una cifra que doblaba prácticamente la de los protaurinos, con 17 votos entre PP -14- y Grupo Mixto -3-, quienes además ya adelantaron su intención de voto. Y a pesar de que la aritmética parlamentaria jugara a favor de los abolicionistas, los protaurinos no desfallecieron en su intento de convencer a la quincena de diputados indecisos de los dos partidos que decretaron libertad de voto, CiU y PSC. La votación ya se sabía en manos de CiU y PSC, dos formaciones que dieron libertad de voto a sus diputados, conscientes de las diversas sensibilidades que despierta el tema entre sus filas. En cualquier caso, las fuentes de CiU cifraban ayer en un 65% -32 diputados- a los animalistas en sus filas, y otra decena de indecisos y el resto, opositores de la prohibición de la Fiesta. Por su parte, David Pérez (PSC) dijo ayer que la mayoría de su partido votaría a favor de las corridas.El debate sobre la abolición de los toros en Cataluña se ha prolongado más de medio año desde la admisión a trámite de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) respaldada por 180.000 firmas, y ha contado con la comparecencia de veterinarios, animalistas, toreros y empresarios taurinos, entre otros. Los abolicionistas ya lograron que 67 diputados admitieran a trámite la ILP, frente a los 59 que votaron en contra y los cinco abstencionistas. La prohibición se ha aprobado después de que Convergència i Unió i PSC-Ciutadans pel Canvi dieran libertad de voto a sus diputados, Esquerra y Iniciativa Verda votaran a favor de la abolición de las corridas de toros, y PP y Ciutadans en contra de la prohibición de las corridas.
Cataluña se convierte hoy en la segunda comunidad autónoma que prohíbe las corridas de toros, después de que el parlamento canario ya prohibiera, en 1991, los espectáculos taurinos.