En cada cosa que se presente, recuerda entrar en ti mismo y buscar allí alguna virtud que tengas para hacer uso adecuado de este objeto. Si ves a un joven o a una niña bellos, encontrarás para tales objetos, una virtud; abstenerte. Si es algo que fatiga, algún trabajo, encontrarás; coraje; si son injurias, afrentas, encontrarás; resignación y paciencia.
Si así te acostumbras a desplegar, en cada accidente, la virtud que la naturaleza te ha dado para el combate, tus fantasías no te cautivarán nunca.
PERDER
Nunca digas respecto a nada "Lo he perdido", sino "Lo he devuelto". ¿Ha muerto tu hijo? Lo has devuelto. ¿Ha muerto tu mujer? La has devuelto. ¿Te han robado la tierra? También esto has restituido. "Pero, aquel que la ha tomado es un malvado" ¿Y a ti, que te importan las manos por las cuales aquel que te la ha dado a querido retirártela? Mientras Él te la deje, úsala como algo que no te pertenece, como los turistas disfrutan los hoteles.
RENUNCIAR
Si quieres progresar en el estudio de la sabiduría deja razonamientos como estos: "Si descuido mis negocios, pronto estaré arruinado y no tendré de qué vivir; si no llamo la atención a mi empleado se tornará perezoso" Pues vale más, morir de hambre después de haber desterrado las preocupaciones y los miedos que vivir en la abundancia con inquietud y temor. Más vale que tu empleado sea perezoso a que tú seas miserable. Comienza entonces por las pequeñas cosas.
¿La lámpara se te ha caído? ¿Se te ha perdido algo? Dítelo: "Este es el precio con el que se compra la tranquilidad, es este el precio con que se compra la libertad; nada es gratuito". Cuando llames a tu empleado, piensa que él no puede entenderte, o que, habiéndote entendido, no puede hacer lo que le has pedido. "Pero, dirás tu, mi empleado abusará de mi paciencia y se tornará incorregible"... Sí, pero tú te fortalecerás, pues, gracias a él, aprenderás a ponerte por fuera de toda inquietud o turbación.
Si así te acostumbras a desplegar, en cada accidente, la virtud que la naturaleza te ha dado para el combate, tus fantasías no te cautivarán nunca.
PERDER
Y a ti, que te importan las manos por las cuales aquel que te la ha dado a querido retirártela? Mientras Él te la deje, úsala como algo que no te pertenece, como los turistas disfrutan los hoteles.
RENUNCIAR
Más vale que tu empleado sea perezoso a que tú seas miserable. Comienza entonces por las pequeñas cosas.
"Este es el precio con el que se compra la tranquilidad, es este el precio con que se compra la libertad; nada es gratuito".