Pensar en positivo
COMPORTAMIENTO
Pequeños gestos cotidianos que nos ayudan
=1º=
L a vida es del color del cristal con que se mire. Esta afirmación, pronunciada por escritores, filósofos, pensadores, psicólogos, sabios... hasta la saciedad, provoca un sentimiento de reconocimiento en algunas personas y un desmediido esceptisismo en otras. He aquí la primera diferencia palpable entre un optimista y un pesimista, entre alguien que piensa en positivo o en negativo. El célebre Martin E.P.Seligman, psicólogo, padre de la psicología Positiva y autor de numerosos libros, realiza una sencilla pero brillante distinción entre las personas que llevan un "sí" inscrito en su interior (optimismo) y las que llevan un "no" (pesismistas). Avanzando más en la frase nos damos cuenta de que un mismo hecho (la vida, por ejemplo) puede ser interpretado de manera favorable, incluso sin perder de vista sus facetas más duras, o de un modo altamente negativo, si no somos capaces de descubrir ni una brizna de gozo, beneficio emocional o, quizás, una oportunidad para mejorar. Muchas personas saben que el mismo ideograma chino sirve para designar la palabra crisis y la palabra oportunidad. Depende de cada uno dar revelencia a un significado o a otro.
Optimista versus pesimista
Dejaremos a un lado el chascarrillo pronunciado tantas veces de que un pesimista es un optimista bien informado, pues no deja de ser una gracieta sin base real para definir ambos modelos de pensamientos y de comportamiento. Un optimista es una persona que tiende a recordar los acontecimientos satisfactorios del pasado, desarrolla pensamientos positivos para enfrentarse a cualquier situación, ya sea adversa o favorable, y proyecta estos pensamientos hacia el futuro con la esperanza de que le traeran cosas buenas. No pierde vista la realidad, pero es capaz de interpretarla y asumirla de modo que siempre encuentra algo valioso y positivo en cualquier acontecimiento. Por el contrario, un pesimista se alimenta de pensamientos negativos y derrotistas, se queda anclado en los recuerdos frustrantes del pasado, piensa que el presente es desastroso e inamovible y no consigue albergar más que desesperanza hacia el futuro, lo que le inmoviliza para ponerse en marcha y aspirar a situaciones más satisfactorias. Hay, además, una actitud de reconocimiento o crítica personal y de relativizar los acontecimientos que van sucediendo, que diferencia clarísimamente la forma de interpretar cualquier hecho entre una persona optimista y positiva y otra pesimista y negativa.
Todo son beneficios
Nuestra salud física y mental, relaciones (de pareja, familia, amigos...), desarrollo profesionales, crecimiento emocional... Todo mejora sustancialmente gracias al optimismo y el pensamiento positivo. Bernabé Tierno resume en Optimismo vital, los beneficios de una forma de pensar y vivir optimista y positiva: "Las personas optimistas tienen menos probabilidades de caer en depresión y en otras enfermedades que los pesimistas; disfrutan de mejor salud física y psíquica por la tendencia a llevar un estilo de vida más saludable; se ha demostrado que la gente optimista vive un promedio de 7,6 años más; buscan más el contacto físico y suelen ser más acogedores, cercanos y sociables; tienen más amigos y se crean más oportunidades para el éxito".
PSYCHOLOGIES
(Continúa)
Cele -Celestino-
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