Quien desdeña la pera, comer quiere de ella
De este modo suele suceder, un poco por cortesía, otro poco por picardía: cuando nos ofrecen, por ejemplo, una pieza de fruta u otra vianda y vemos que no tocamos a una por cabeza, aunque lo estemos deseando solemos amablemente decir que no, si bien, en el fondo, deseamos que el otro decline, para así darnos el placer de saborear el manjar que nos apetece.
¿O no?
CELE. -Celestino-
¿Más refranes, Cele? Po bien, yo, Miau, también pongo más música. Esta vez la polka titulada "Santa Rita", mu güena pa hacé ejercicios que abra el apetito. ¡Y cuidado con las peras!
Vuestro amigo y servidó, MIAU.
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