Es hora de que el cuerpo se cimbre por el abrazo del deseo Entre sueños celestes y almohadones de azules encajes La invitación al placer salvaje de devorarse hasta los huesos Turgentes prominencias de fuego arden y se yerguen hacia el cielo Coronadas sus cumbres por glamorosos y pálidos soles rosados
Caminos de tierras fértiles y húmedas esperan ansiosos Y el fresco musgo sediento bebe y bebe rojo vino añejo Los sentidos se aturden, se embriagan, se pervierten, enloquecen Entre perfumes insinuantes, aromas de frutos y mieles dulces
En los labios pintados de rojo, cócteles de exquisitas frambuesas Néctares destila la carnosa boca al ser besada sin pausas, ni treguas Calentura sobre la piel que se deshidrata en intensos placeres Fiebre infernal de palpitares,
rítmicamente danzan los cuerpos entre sábanas
Conducen en coches de fuego orgasmos intensos de vida y de muerte Dos caminos que se juntan porque provienen de una misma vertiente La vida y la muerte ambos compleja, única y colosal sustancia Y en el universo las constelaciones furiosas, colisionan y estallan
Enrédate rey de los sueños entre los desordenados cabellos Que furiosamente serpentean desde su base
hasta el final de la espalda Siente la sangre que en las venas circula inaudita y frenética Sacude, penetra y clava sobre la piel
todas las querellas ¡Vénceme!
Acaricia con fuertes manos las lozanas y pálidas nalgas ¡Te retan! Atraviesa desesperado los causes de los ríos, claman, gritan Delinea con las puntas de los dedos las gruesas y torneadas piernas Que la lengua traviesa y diestra juegue con los labios ardorosos
Desgarra la vida entera mientras un eco en los oídos resuena ¡Hazme tuyauna y otra vez eternamente tuya! ¡Tómame! Incita a la pasión y piérdete en el deseo de la rosa de carne Sucumbe por siempre, elige esta condena que devora y fricciona
Consúmete en la hoguera, en ligero escalofrío cual mariposa nocturna Desmorona y vence entre cintas de estrellas todas las defensas ¡Gózame! Se dentro de mí el fuego frío que consume,
tiembla y arde sin pausas ¡Penétrame! Bebe de los pechos todos los fluidos
hasta la misma sangre ¡Trágame!
Que la mente se paralice, no razone, solo el instinto taladre el cráneo Mientras transpiran los ardores fuego sobre el final de la espalda Llamas de éxtasis consuman las gotas que desfallecen en lánguida ola El aliento embriagador, dulce sea el suspiro que recorra los pétalos de la flor
El húmedo hueso en grito misterioso sea devorado hasta la medula Que orgulloso traspases la bandera flameante por el mismo centro Amor y pasión se conviertan en eternos lazos a pesar del tiempo efímero En estallido de chispas y de luces que enceguecen hasta las sombras
Delirante y estrepitosa sinfonía de gemidos que terminan y ya empiezan Cuando por fin de tus labios un grito quiebre todos mis silencios Y por fin mi corazón escuche un ¡Te amo amor.Te amooooooooo!
Delirante y estrepitosa sinfonía de gemidos que terminan y ya empiezan Cuando por fin de tus labios un grito quiebre todos mis silencios Y por fin mi corazón escuche un ¡Te amo amor.Te amooooooooo