De la ópera Le Nozedi Fígaro (Las bodas de Fígaro) de Mozart, inicio del II acto, habitación privada de la Condesa. La aristócrata entona sus quejas de amor (Cavatina Porgi Amor). Interpreta Dame Kiri Te Kanawa la más famosa soprano de ópera neozelandesa de ascendencia maorí. La soprano está considerada como una suprema exponente de su generación en papeles de Mozart. De gran belleza física y porte que la hizo ideal para encarnar princesas, condesas y personajes nobles. Su voz de textura y timbre fácilmente reconocible la convirtieron en una de las máximas divas de los años ochenta.
Si existe un aria, dentro del catálogo de las maravillas mozartianas, por la que siento una especial debilidad, es sin duda alguna la cavatina de la Condesa que ilumina el comienzo del segundo acto de Le Nozze di Figaro. Una perla en un ajuar bien surtido, aderezo precioso. Y una perla también por su colorido, sus claroscuros, sus irisaciones, genial mezcla de melancolía, nostalgia y evocación con una chispa de luz y esperanza superadora del abatimiento, a través del modo mayor.