Muchas veces los adultos mayores son tratados de forma irrespetuosa, despectiva o sencillamente son discriminados por el sólo hecho de no tener un cuerpo joven.
Esta marginación que sufren los adultos mayores no sólo proviene de la sociedad, que los relega de la fuerza productiva, sino también dentro del núcleo familiar, en donde, en algunos casos, esta marginación de la vida en familia es tan extrema que llega hasta el abandono.
Pero cuales son las razones que tenemos para permitir que esto suceda, siento que no hay razones. No hay motivos para permitir que los adultos mayores sean excluidos; posiblemente podríamos excusarnos con nuestra desinformación con respecto a la vejez y a lo que significa ser un adulto mayor, ya que generalmente lo asociamos a personas que no pueden producir ingresos, personas que no pueden ser independientes, personas que no pueden ser útiles, personas que sólo generan gastos, personas demasiado frágiles tanto físicas como psicológicamente. También sucede por la poca importancia que como sociedad y familia les damos a nuestros abuelos no reconociéndoles las cualidades enormes que poseen como la experiencia, quién puede tener más experiencia y conocer más de la vida que ellos que han vivido más de medio siglo. Ellos que conservan las tradiciones y las raíces de las sociedades (eso me recuerda el caso de una anciana perteneciente a uno de los pueblos originarios del sur de nuestro país que era la única que aún conservaba en su lúcida memoria el idioma originario de su pueblo Yagán nadie más lo hablaba, el día que ella muriera moriría la lengua de su pueblo y su identidad).
Cómo no vamos a poder darles el lugar que se merecen a nuestros abuelos. El Gobierno de Chile por su parte creó en el año 2002 el Servicio Nacional del Adulto Mayor, SENAMA, este servicio público define como adulto mayor a toda persona que ha cumplido los 60 años, sin diferencia entre mujeres y hombres.
El SENAMA está encargado de la integración social del adulto mayor protegiéndolo del abandono, indigencia, la exclusión y la discriminación. Y entre unas de las funciones que realiza este servicio está el proponer, impulsar, coordinar, hacer seguimientos y evaluar programas específicos para el adulto mayor que se realicen a través de la Administración del Estado como los talleres que se realizan por medio de la asignación de recursos a través del FONDO NACIONAL DEL ADULTO MAYOR.
Con talleres productivos, talleres de educación o capacitación, talleres de vida saludable, desarrollo personal, trabajo corporal y/o actividad física, Habilitación y/o equipamiento de sede, Recreación y turismo, entre otros, los adultos mayores nos demuestran que aún son útiles que pueden seguir desarrollándose como personas para seguir enseñándonos. Además la mayoría de nuestros abuelos tienen completo uso de sus facultades mentales, aproximadamente sólo un 15 % de los abuelos presenta algún grado de Demencia senil que en ciertos casos puede ser tratada.
Entonces ¿por qué excluirlos no sería mejor integrarlos para crear una sociedad más completa?
En mi caso tengo una abuelita a la que cariñosamente llamo nani, ella es una mujer increíble a la cual admiro mucho. A pesar de los años se mantiene activa siempre está participando en la junta de vecinos con otras señoras de su edad y está en talleres aprendiendo cosas nuevas. Y en vez de que sea a ella a la que tengan que integrar, es precisamente ella la que motiva y trata de que la comunidad se integre a los proyectos vecinales y talleres.
Todos los grupos sociales son importantes. Sería ideal que el gobierno tuviera más preocupación por ellos y destinara más proyectos y más recursos para no dejar a ningún adulto mayor al margen de la sociedad. Y aunque es cierto que falta muchísimo por implementar y estudiar en este tema no es sólo tarea del gobierno sino que es tarea de todos, partiendo por la familia en donde tenemos que enseñar a los niños y jóvenes a querer, valorar y respetar a los abuelos.
Por el momento hay un proyecto de ley que incluye a los ancianos en la ley de maltrato intrafamiliar. Este proyecto para modificar la ley 20.066 fue aprobada recientemente por la por la Cámara y remitido a la comisión de Familia para ser estudiado.
No esperemos que una ley nos diga que tenemos que cuidar y respetar a nuestros abuelos y no esperemos el 1 de octubre (Día Internacional de los Adultos Mayores) para acordarnos de que ellos existen y son parte fundamental de nuestra sociedad
Y para finalizar, existe un programa del SENAMA llamado Fono Mayor (800 4000 35) que es un servicio gratuito a nivel nacional, destinado a orientarnos respecto a lo relacionado con nuestros abuelos, cuyos derechos han sido vulnerados o están en peligro de que ello ocurra, ya sea por abandono, maltrato, negligencias, abuso patrimonial o económico, soledad, conflictos familiares, derechos del adulto mayor y necesidades básicas como salud, alimentación, pensiones, institucionalización, beneficios sociales, transporte, entre otros .