2- TERRENO Y SIEMBRA- La oportunidad ¿Cuál es nuestro terreno? No nos preocupemos por la magnitud del campo, lo que importa es la inteligencia en su aprovechamiento. En una pequeña maceta se pueden lograr óptimas realizaciones, en enormes territorios puede haber abandono, despreocupación, despilfarro. La tierra debe ser removida, arada, oxigenada. Las crisis favorecen el ingreso de nueva energía, son oportunidades de cambio porque quiebran la comodidad que adormece. Un jardinero prepara el terreno, no se apura por los resultados. ¿Cuál es nuestro terreno?: el cuerpo, la familia, el vecindario, el trabajo, la escuela, toda nuestra influencia social es el espacio de gestión, el ámbito germinal para la propia jardinería. Es muy importante descubrir y potenciar nuevos terrenos; abundan los campos de acción deshabitados de intenciones. Tantear el terreno es descubrir el estado de las cosas y de los ánimos. Cualquier lugar es bueno para un jardinero, a lo sumo habrá que sacar algunas piedras, desviar un hilo de agua, rellenar desniveles, lo mínimo necesario, lo demás complica. Sirve con humildad aquel que inteligentemente descubre y desarrolla espacios vacantes, propicios para la jardinería. Piensa y siente holísticamente, cósmicamente: actúa en tu terreno. También es importante la calidad de las semillas, aunque la fuerza de ellas sólo pueda expresarse en el terreno adecuado. Existen sentimientos- semillas, ideas- semillas, personas- semillas, seminarios. En el microscópico espermatozoide está toda la herencia paterna, pero si no es propicio el terreno, la semilla no encuentra su condición natural y no se abre al fruto. La siembra siempre es alegre, implica generosidad, principio de la abundancia. El buen sembrador no mira hacia atrás cuando desparrama su trabajo de amor, confía en que no todas las semillas caerán sobre piedra. Una sola basta para testimoniar su obra. Sin embargo la ley de la jardinería establece que, aunque el terreno sea adecuado y la semilla óptima, si no es la oportunidad nada brotará. La ocasión es fugaz. Ningún jardinero siembra fuera de época, respeta las estaciones, los ciclos generativos. Tiene sabiduría, no mera información. Ejercicios para realizar en pequeños grupos: 1) Visualiza todos los terrenos en los cuales actúas. Tratas de localizar algún territorio inexplorado todavía. 2) ¿Qué sentimientos- semilla predominan en tu vida? 3) ¿Qué características tiene este grupo de trabajo como territorio para próximas acciones de jardinería? 4) Señala todos los conflictos de espacio que tienes en tu vida de relación. 5) ¿Qué oportunidad sientes que se te brinda ahora?