Ironiza el refranero sobre los amores apasionados y románticos, que afectan tanto ensimismamiento que parece que los dos son uno, así que, por poner a prueba tanto y tan descomunal amor, obliga a que los amantes elijan entre ellos a uno para que se alimente por los dos. No funciona, no es necesario probar.
¿Comprende?
Cele -Celestino
¡Gracias, hombre, por tu aviso! Po sí, voy a hablar y decir, que como es costumbre, que tras el refrán, viene la musiquita. Hoy os presento de un gran compositor, una hermosa música: Para Elisa de Beethoven.
Aunque en los títulos aparezca el nombre de Igor Pagorelich, es Cele, lo que pasa es cuando él va a actuar en el extranjero, se cambia el nombre. Pero es el Cele el pianista. ¡Y bien que toca el muchacho!.
Bueno, y os lo dedico a tantas buenas amigas del Grupo, que lo disfrutéis. Quedo de vosotras atento y seguro servidó. MIAU.