La tozudez de los aragoneses es proverbial y así ha pasado al refranero. Con este dicho se moteja a alguno cuando se muestra cabezón o emperrado en algo, encarnando la imagen paradigmáticadel baturro testarudo. En 1882, el brigadier don Romualdo Nogués publicó en El averiguador universal esta historia para reflejar esa curiosa virtud:
¬ ¿Adónde vas?
Respondiole:
¬ A Zaragoza.
¬ Hombre, si Dios quiere.
¬ Que quiera o no, voy a Zaragoza –añadió el habitante de las orillas del Ebro.
Jesucristo convirtió al aragonés en rana, y lo echó a un charco.
Pasaron muchos siglos: Jesucristo devolvió al aragonés su primitiva forma, y al preguntarle otra vez el Apóstol:
¬ ¿Adónde vas?
Contestó sin vacilar:
¬ A Zaragoza o al charco.>
¡Ojú, qué tío más terco, Dios mío!
Cele– Celestino-
Y ahora pa completá, MIAU.
¡Joder, con el baturro!Po a propósito pongo la música hoy. Se trata de la ZarzuelaGigantes y Cabezudos. "Los aragoneses somos Gigantes por nuestra fuerza de voluntad y Cabezudos por nuestra tozudez" canta el personaje femenino Pilar. Os invito a escuchar el coro de repatriados y jota de la citada Zarzuela. Espero que os guste. De vosotras atento y seguro servidó, MIAU.-