Guitarra
Esa cadera y codo en catarata. Esa pelvis de aire y de madera, su luna de brocal o de pulsera. Su femenina indefensión de cata.
Un caracol de dedos le dilata su jungla lineal de cabellera. Y el bordón es un pájaro que espera unos tallos de viento y hojalata.
Rasgada entre los bucles del fandango, subiendo un chamariz de seguiriya o muerta en abandono por el tango.
Sajada en espirales de boleros, nudo rizado, música que anilla pulsos entusiasmados de jilgueros.
De "Los viejos mitos del asombro"
RAFAEL DUARTE
Novato
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