LUZ EN MI OSCURIDAD
Cuando pienso en ti, mi alma se ilumina como si fuese ayer cuando te fuiste, todo tu amor permanece con la misma intensidad, lo guardo dentro de mi corazón.
Mirando al vacío cuando me dispongo a descansar cada noche, me encantaría alcanzar lo inaccesible, como podrían ser entre muchas cosas tus palabras de aliento y consejo.
Me entran escalofríos como en los días más gélidos del crudo invierno, pero al momento me repongo y vuelvo a sonreír, porque se que no te gustaría verme triste, es ese combate duro como el cristal de roca de mis días y mis noches.
Como si hubiesen pasados siglos, eso es lo que al menos siente mi corazón, que no puedo verte, abrazarte, besarte y el único consuelo que me queda es que se que, desde ese pedacito de cielo que estás, velas por mí.
Tu recuerdo es la luz que alumbra la oscuridad de mi vida, por eso siempre te diré ... ¡Te quiero mamá!
Soledad García Baena
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