Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

EL RINCON DE LA VERDADERA AMISTAD
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
  
  
 ◙ cσmunídαdєs αmígαs 
  
  
  
 ◙◙ ríncσn pσєtícσ 
 ◙◙ nuestros pps 
 ◙◙ ríncσn musícαl  
 ◙◙ ríncσn mujєr 
 ◙◙ ríncσn salud 
 ◙◙ ríncσn dє cσcínα 
 ◙◙ ríncσn dє nαvídαd 
 ◙◙ ríncσn dє dє juєgσs 
 ◙◙ rєflєхíσnєs 
 ◙◙ kαввαlαh 
 ◙◙ вíσgrαfíαs 
 ◙◙ tu cumplєαñσs 
 
 
  
 ◙◙ σfrєcє fírmítαs 
 ◙◙ rєcσgє fírmítαs 
 ◙◙ tutσríαlєs 
 
 
  
  
  
  
 ◙◙ Nuestro Rincon de Oraciones 
  
 ToDo PaRa MiS DeSaYuNoS 
 El RiNcOn De MaNuAlIDaDes 
 
 
  Herramientas
 
General: UNA HISTORIA DE NAVIDAD!!!
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: IMANPRINCESS  (Mensaje original) Enviado: 19/12/2010 12:24

 

  

 UNA HISTORIA DE NAVIDAD!!!
 

En ocasiones pensamos que nuestros problemas son los

 más grandes del

 mundo. Algo parecido le sucedió a un muchacho

llamado Francisco,

 hasta que tuvo un encuentro inesperado con una señora.

Frank, así le llamaban, siempre había sido un buen estudiante

 y deportista. En sus estudios, era un alumno sobresaliente.

 Le gustaba el básquetbol y sabía jugarlo. Se había preparado

 especialmente para jugar la próxima temporada, incluso

había comprado unos tenis muy suaves y cómodos para jugar.

 Tal vez por esa situación tan halagadora le produjo un

gran dolor cuando al leer la lista de los seleccionados no

 encontró su nombre en ella. Ese día sintió como si hubiera

dejado de existir, como si se hubiese vuelto invisible.

Muy triste salió de los vestidores, tratando de encontrar una

 explicación a su exclusión del equipo. Caminó durante

 un buen rato, pero nada lo consolaba. Duró varios días

 de mal humor, no queriendo hablar con nadie y respondiendo

 mal a sus padres cuando intentaban acercársele. Nada le

agradaba. Un día de mucho frío y lluvia, tomó el autobús de

costumbre y se sentó cerca del conductor. Más tarde, una

mujer en estado avanzado de gestación, con paso lento subió al

autobús y se sentó detrás del asiento del conductor.

 Éste le preguntó en voz alta:

- ¿Dónde están sus zapatos, señora? Afuera habrá sólo

diez grados de temperatura.

Francisco no se había fijado, pero efectivamente la señora

iba sólo con unas medias casi mojadas. La señora le

contestó al hombre:

- No puedo darme el lujo de tener zapatos. Subí al autobús sólo

 para calentarme los pies. Si no le importa viajaré con

usted un rato.

El conductor se rascó su cabeza calva y exclamó:

- Sólo dígame, ¿cómo es que no puede

permitirse unos zapatos?

La señora le dijo:

- Tengo tres hijos. Todos tienen zapatos. No quedó dinero para mí.

 Pero está bien, el Señor cuidará de mí.

En ese momento Frank miró hacia abajo, observó

 sus tenis nuevos

 marca Nike. Sus pies estaban cálidos y cómodos,

igual que siempre.

 Entonces miró a la mujer, sus medias estaban desgarradas.

Pensó que esa persona era "invisible" en otro sentido. Era

una señora marginada y olvidada por la sociedad. Él siempre

 podría darse el lujo de tener zapatos. Ella tal vez nunca.

En un momento se quitó los tenis. Pensó que tendría que

caminar tres cuadras, pero el frío nunca le había molestado.

 Cuando el autobús se detuvo en la parada final,

 Frank esperó hasta que todos se hubieran bajado, entonces

 recogió sus tenis, se acercó a la mujer y se los entregó

 diciéndole:

- Tenga, señora, usted los necesita más que yo.

No esperó a que le diera las gracias, sino que se bajó deprisa

sin darse cuenta que caía en un charco. No importaba,

 no sentía el frío. En eso escuchó a la señora que

 desde la ventana del autobús le decía:

- Mira, ¡me quedan perfectos!"

El conductor del autobús le preguntó:

- ¿Cómo te llamas, muchacho?

Él respondió:

- Frank.

El conductor le dijo:

- Muy bien, Frank. En mis veinte años de conductor

 nunca había visto un gesto semejante.

La mujer, llorando, le decía al conductor:

- Ya ve. Le dije que el Señor cuidaría de mí...

 Y volviéndose, dijo: "Gracias, Frank".

- No hay de qué. No es gran cosa; además, es Navidad

-respondió Frank, quien se dirigió a su casa con los pies helados

pero con el corazón contento y riéndose por

 haberse preocupado de no jugar con la selección ese año.

D/A

 

  

 
 
 
 

 

 



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: lolilla52 Enviado: 19/12/2010 14:29

Ese día ese chico se dio cuenta realmente de lo que hay que valorar en la vida y la de personas que no tienen nada y son felices

Excelente aporte Valeria


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: IMANPRINCESS Enviado: 20/12/2010 04:19
GRACIAS PRINCESA!!!


 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados