Tengo un lugar secreto
donde escondo mis vergüenzas
y algunos sentimientos tercos
que no uso con frecuencia.
A veces llevo aflicciones,
angustias, desilusiones...
y cuando mi lugar secreto
se ha llenado por completo
me pongo a hacer inventario
y desecho lo que estorba,
ordeno el lugar secreto
y empiezo una cuenta nueva,
escondiendo mis vergüenzas
y mis sentimientos tercos.