Estoy esperando a mi amigo, que quería tomar un café conmigo. Como no ha llegado, mientras lo espero, os voy a contar algo que un día me dijo.
Joselito tiene una suegra con 68 años. Y el otro día llega la suegra a la farmacia y dice:
"Buenas tardes"...
"Buenas tardes, ¿qué desea usted?"...
"Me da usté un paquetito de compresas de esas aplastaitas que hay ahora nueva?"
El farmaucético se las da. Al mes siguiente entra otra vez la suegra:
"Buenas tardes. ¿Me da usté otro paquetito de compresas de esas aplastaitas nuevas...?"
Y le dice el farmaucético:
"Señora, mire usted, la curiosidad es muy grande y usted me va a perdonar que yo le pregunte. Pero, ¿con la edad que tiene usted todavía anda usted con estas cosas...?"...
Y le interumpe ella y le dice:
"No, hijo, es que como están tan aplastaitas, las meto yo dentro del zapato y ando con ellas divinamente, ¿sabe?".
Y le dice el farmaucético: "Hombre, para eso hay unas plantillas que se llaman D'evoraló...".
Y dice ella:
"¡Esas son las que yo me pongo en el chumino, ¿sabe?!"...
¡Ojú con la señora! ¡Qué barbariá!
Bueno, a mí no me gusta contar cosas feas, pero las cuento porque son verídicas y sé que Joselito me dice la verdad.
El otro día, iba Joselito al ginecólogo con la mujer y su hijo mayor, que está estudiando el muchacho. Y le dice uno:
"¡Joselito!, ¿qué pasa?"...
"Ahí vamos al médico, al ginecólogo, con mi mujé". ...
"¿Y qué es lo que tiene tu mujé?"...
"Po ná. Que le ha salío un grano en el chocho, ¿sabes?"...
El hijo, ¡mira!, cambió de color. Cuando se fue el amigo, dice:
"¡¡¡Padre, es menester que se vaya usted refinando!!! Porque ya a estas alturas y como va el mundo evolucionando, usted debe cambiar la forma de ser. Así no se puede hablar...".
"Yo le he dicho la verdá, ¿no?"...
"Ni verdad ni nada. Cuando le pregunten, le dice usted que le ha salido un furúnculo en el clítoris. No diga usted más eso, ¿eh?"...
¡Mira...!, pero más palante le preguntó otro lo mismo y dice:
"Ahí voy al ginecólogo con mi mujé"...
"¿Qué es lo que tiene tu mujé?"...
"Ná, que le ha salío un forúnculo en el... en el... en el... ¡Niño...!, ¿cómo se llama ahora el coño de tu madre, hijo?".
Ojú, hay que darse cuenta de las cosas de mi amigo Joselito... Bueno, como no viene, ya otro día él os contará algo más.
Cele -Celestino-
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