Con claridad y sin embages, este refrán parroquiano recuerda que no sólo hay que decir las cosas justas, sino de la manera adecuada para que lleguen al auditorio. Muchos predicadores (y por extensión, cualquiera que quiera comunicar algo) se despreocupan de la capacidad de atención de su público y lo único en lo que se afanan es en expresarse de forma en que ellos mismos queden satisfechos.
Po aleluya.
Cele-Celestino-
¡Ojú, qué arte, Cele, con el refrán! Po voy a poné una música adecuada. Es la titulada Aloha'oe (he dicho oe, no confundir que después vienen los líos). Es música hawaiana, donde los pompis se mueven que da gusto ...jijijijijiji...
Y espero sea del agrado del personal, reiterándome vuestro amigo y seguro servidó, MIAU.