Señor Jesucristo, Hijo de Dios, que quisiste tener una madre en la tierra, la Virgen María; mira con ojos de compasión a tu sierva la madre de Valeria, a quien has llamado del seno de su familia. Y por intercesión de Nuestra Madre la Virgen de los Ángeles, bendice el amor que siempre les tuvo en la tierra, y haz, que desde el cielo, pueda seguir ayudándolos. Toma bajo tu protección misericordiosa a sus hijos y nietos a quienes ella ha tenido que abandonar en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.