Este día has visto muchas cosas lindas, observaste la hierba verde, tan llena de vida, cada hojita obediente formando la alfombra natural.

Pudiste escuchar el canto de las aves, mientras revoloteaban en las ramas, muy confiadas por sus horas de vida; te pusiste a pensar en la gran misericordia de Dios al hacer llegar el aire a cada ser humano, plantas y animales, para que vivan.

Todo afuera se veía funcionando bien, pero de pronto, cerraste la ventana de tu vida y viste que habían muchas cosas pendientes, comenzaste a sentir tristeza porque has pensado que tu territorio no te pertenece, muchas cosas fallan y otras hacen falta; al ver el plano de tu vida, lo miras cerrado e inconcluso, lleno de fracasos.

Ahora es el momento de abrir tu ventana, pero todo sigue igual, no hay nada para ti, piensas que nadie viene en tu ayuda, pero esta es tu mejor oportunidad de recibir la bendición, confía en Dios, porque aunque afuera de tu ventana esté la noche, y no vislumbres nada a tu favor, tú seguirás confiando en Dios, ¡Déjala abierta!, confía, que Dios vendrá a ti, aunque ahora no veas nada, así es el momento previo a la bendición, si...como cuando Lázaro estaba muerto, Cristo lo resucitó, así vendrá tu milagro, sin señales previas, sin sonidos y sin protocolo, en silencio y para ti, Dios te bendecirá, porque has creído en él, cuando creías que ya era imposible de creer e imposible de esperar.