Asenet (Asenat ,en egipcio significa "posesión de la diosa Neit ") era la hija de Putifar, uno de los sacerdotes del Antiguo Egipto de la ciudad de On. El Faraón cambió el nombre de José (hijo de Jacob) por Zafenat Panea, le dio Asenet (Asenat) por esposa en su nombramiento como visir. De este modo quedó José a cargo de Egipto (Génesis 41:45). Asenet fue la madre de Manasés y Efraím.

Faraón estaba decidido a convertir a José en un egipcio de modo completo; quería que este joven hebreo asimilara el estilo de vida nacional. José le había agradado, era un hombre valioso; Faraón le consideraba un genio, un verdadero hombre de estado.

Para transformar a José en una perla de la corona de Egipto, le concede toda clase de honores. Le cambia el nombre, por el de Safnat-paneaj (que significa "declarador de lo oculto"), y le da por mujer a Asenet. Esto era un honor, pues era la hija de Putifar (Potifera), sacerdote de On, la ciudad sagrada de los adoradores del sol. La casta de sacerdotes era muy elevada en Egipto, hombres con estudios profundos y que eran el depósito de la sabiduría de Egipto, conocida en la historia de modo tradicional.

José podía interpretar sueños, y podía penetrar los secretos de la naturaleza. Era también un sabio, y es lógico que se le asimilara a la casta sacerdotal. No sabemos si José estaba contento con este arreglo. No tenemos derechos a suponer que José se casara con esta mujer con entusiasmo. Sabemos que José podía resistir la tentación de la carne, como nos lo muestra que la mujer de Putifar, sin duda una mujer de gran experiencia a este respecto, fracasó en sus repetidos intentos de hacerle caer en el lazo de sus encantos.

Como sea, sabemos que Asenet entró en la casa de José como su esposa. Los dos hijos que tuvieron, primero se llamó Manasés, porque dijo José: "Dios me hizo olvidar todo mi trabajo y toda la casa de mi padre." El segundo se llamó Efraim: "Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción." El plan de Faraón de hacer de José un egipcio tenía éxito. Asenat estaba contribuyendo a que José se resignara a la idea que había muerto para la casa de su padre.

Sucedió, como sabemos, que por la providencia de Dios, la casa de su padre volvió a recobrarle, en Egipto. Entonces José mismo se volvió a unir a los suyos hasta el punto que insistió en que sus huesos fueran enterrados con los de sus padres en Canaán.

"Y le dio Faraón por mujer (a José) a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On"  (Génesis 41:45).

Léase: Génesis 41:45-52